Reseña: Un mundo feliz, Aldous Huxley.

Título Original: Brave new world
Autor: Aldoux Huxley
Año de publicación: 1.931
Páginas: 253
Editorial: Debolsillo

Un mundo feliz es un clásico de la literatura de este siglo. Con ironía mordiente, el autor inglés plasma una sombría metáfora sobre el futuro, muchas de cuyas previsiones se han materializado, acelerada e inquietantemente, en los últimos años. La novela describe un mundo en el que finalmente se han cumplido los peores vaticinios: triunfan los dioses del consumo y la comodidad, y el orbe se organiza en diez zonas en apariencia seguras y estables. Sin embargo, este mundo ha sacrificado valores humanos esenciales, y sus habitantes son procreados in vitro a imagen y semejanza de una cadena de montaje…

¿Vivir en un mundo feliz? ¿Podría esto ser algo real? Esto era lo que pensaba cuando todavía no empezaba la lectura de este libro, que no hizo más que sorprenderme.

El mundo feliz que describe Houxley se basa, creo yo, en ignorar algunas facetas de la vida y autodenominar "felicidad" a un tipo de vida ya condicionado antes de nacer.

Nos encontramos ante una utopía, una sociedad del futuro en donde el descontento ha sido erradicado. 

El gobierno no es opresor ni se muestra como una dictadura, aunque sin que nadie se dé cuenta, es como actúa. No se permiten las artes, la religión, ni el amor, pero sí la adoración a Ford, las relaciones sexuales y todo proceso o trabajo científico. Las personas viven condicionadas por patrones y trabajan aromoniosamente separadas en zonas, o lo que hoy en día se podría llamar "clases sociales" o estratos sociales. Series conocidas como los Epsilon, los Delta, Gamma, los Beta, o los Alpha, son divididas dependiendo de su capacidad intelectual y a partir de estos estratos, van creándose in vitro, personas cuyo aspecto físico y mental ya es conocido y decidido. Por otra parte, como dije, las personas viven felices y apenas se sientan agobiados, tristes o desanimados, consumen una droga especialmente creada para reanimarlos, una droga que produce efectos iguales o mejorados de las que hoy en día conocemos, pero creada estrictamente para hacer felices nuevamente a las personas sin generar ningún efecto secundario.

La historia se sitúa en años que son conocidos como d.F (después de Ford) o a.F (antes de Ford), en una sociedad mejorada en donde la educación ha cambiado, los libros ya no son los mismos, es decir, no existen ni tan siquiera los mayores clásicos de la literatura que hoy conocemos, las formas de pensar se rigen gracias a los estratos de los que hablamos, que van desde el de menor coeficiente o inteligencia (reservado para los trabajos duros), hasta para el más inteligente (los Alpha) y la vida de todos ellos desde la creación de la primera célula ya está dirigida hacia un estilo de vida y por sobretodo y lo que más me llama la atención es que en este nuevo mundo mucho de lo que parece tan normal como los padres, la familia y la fidelidad, no existen.

El libro es bastante introductorio, razón por la que puede hacerse pesado para muchos, aunque ese no haya sido el caso en mi lectura o al menos no fue lo que sucedió al principio. Me pareció un poco confuso, eso sí, y me sorprendió encontrar que no existía un sólo personaje en el que la historia se centre la trama, ya que muchos de los que al principio toman un papel importante, en la segunda parte pasan a un costado dando paso a otros. En su totalidad el libro se caracteriza por el hecho de que no existe un problema específico, ni una solución, todo es estático y se limita a mostrarnos cómo se conforma, qué ocurre y nada más. En realidad, este justamente es el punto de esta novela, su esencia reside en esa participación colectiva de personajes, mostrando una vez más, la falta de individualidad y la predominación de todo lo que sea colectivo.

Lo que más me inquietaba es que ninguno de los habitantes pensaba por sí sólo y cuando  ideas inteligente e independientes reverberaban de sus mentes no hacían más que ahogarlas, ya sea con una poderosa droga o con aquellos pensamientos que fueron "insertados" en sus mentes mediante la hipnopedia. Y he aquí algo que me encantó de este libro; el proceso de hipnopedia al que eran sometidos todos desde pequeños, con el fin de crear personas que no pensaban como individuos, que mantenían una mente cerrada, muy ceñida a lo que inconscientemente saben.

Entre los personajes los más llamativos se encuentran Bernard Marx (un personaje inspirado en Karl Marx), un hombre que forma parte de la sociedad froidiana que sale bastante de este molde en el que se encuentran los demás, él piensa por sí solo y siente cierta reticencia hacia lo que para los demás parece normal y fue por esto, por esa individualidad que representa que me gustó, aunque poco a poco se vaya mostrando como un verdadero ser humano con errores, miedos y con una actitud retraída e introvertida y no sólo como una máquina-de-trabajar-y-ser feliz.

Mr. Salvaje, un hombre que todavía vive como lo hacemos hoy todos nosotros (de ahí su nombre) fue un personaje más neutro para mi, no me gustó ni me disgustó, pero es quien posee la personalidad más fuerte y quien defiende con uñas y garras lo que él es.

Lenina, una mujer Delta que vive feliz y satisfecha con lo que tiene, simple y a la que, pienso yo, le gusta saberse ignorante en muchos aspectos. Me gusta imaginar que este es el tipo de personalidad que prevalece en todos los demás habitantes

Este es un libro en donde predominan las metáforas, las alegorías y que nos permite analizar cómo es la sociedad en que vivimos, pues varias coincidencias pueden ser encontradas dentro de esta novela. La felicidad de la que tanto se habla en el libro, creo que reside en la ignorancia de los habitantes de este sociedad froidiana, en donde evadir los problemas y no formar lazos interpersonales se encuentra bien visto ya que así se evitan complicaciones en la vida de uno. Me gustó la forma de escribir que mantuvo en todo momento Aldous Huxley, y eso que lo tomé con bastante inseguridad por miedo a que no me gustara y terminó sucediendo todo lo contrario. Su lenguaje realmente llega y absorbe al lector.

De este libro se podría hablar demasiado y es eso a lo que incita, a una larga y tendida charla, porque es imposible no verlo y analizarlo desde más de una perspectiva. Como opinión muy personal, puedo decir que en un momento dado (ya hacia el final), esperaba más de él porque la narración (aunque buena) y los hechos me parecían bastante planos, por lo que, aunque desde el lado filosófico y reflexivo me llenó y la representación de este mundo como el ambiente está bastante logrado, sentí que le faltaba más poder, principalmente a la segunda mitad del libro que flaqueó bastante y daba la impresión de que podía haber dado mucho más de sí, al igual que el final.

Un mundo feliz, de Aldous Huxley es un libro que no llegué a conocer en su totalidad y creo que con una sola lectura no se puede extraer todo lo que quisiéramos del libro; un libro que recomiendo totalmente a todos y que me recomiendo a mí misma releer varias veces más. 

Un libro con mucho contenido en donde el punto de concentración es la perfección y donde el control excesivo resulta contraproducente, así es Un mundo feliz, que te invita a reflexionar en demasiados aspectos y que presenta mediante una escritura deliciosa, una trama rara, única e imposible de superar que deja algo dentro tuyo y te deja pensando bastante tiempo y ahí reside su tan maravilloso éxito.

4/5

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